Liberación
de rehenes, en el medio en el que
ocurra el secuestro: aviones, bancos,
casas en el campo, medios urbanos...
Detención de delincuentes peligrosos,
como en el caso de terroristas, narcotraficantes,
asesinos, etc.
Escolta de autoridades, como la Familia
Real o el Presidente del Gobierno.
Captura de cargamentos de droga y
de armas.
Actuaciones en el medio acuático
como rescate de cadáveres,
recuperación de paquetes de
droga u armas...
También participan en otras
operaciones menos importantes, como
por ejemplo, en el asalto a casas
de pequeños narcotraficantes.
Estas operaciones se justifican por
el efecto disuasorio que produce la
presencia de estos hombres, que intimida
mucho más que varios agentes
de paisano con sus armas reglamentarias.
Por lo tanto, el riesgo a una respuesta
por parte de los delincuentes se reduce
considerablemente.